María de Buenos Aires

Hoy concluye mi homenaje pobre para lo que se merece, con mucha ganas de más, pero verdadero, a esta obra de María de Buenos Aires. En el penúltimo cuadro de sus 16 aparece su MILONGUITA DE LA ANUNCIACIÓN, febril y triste…
Tres marionetas chuecas y locas
que una violeta en la boca me hincaron ayer,
con un cuchillo en los dientes, por el revés
de mis caderas tordillas, zurciendo van
un gran remiendo en flor
de hinojo y de sisal
¡Ay!…
¡Tengo atorada
tanta ternura
que de una sola ternura a Dios puedo parir!
Y es que nadie ya quiere de mí nacer,
en el rebozo robado de algún Chaplín…

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ofrecido por WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: